Friday, September 07, 2007

Crónica de un día agitado

Crónica de un día agitado


En el pueblo donde nunca sucedía nada, un día fue que se pinchó un teléfono y se armó un lío... y fue que cerca de las nueve de la mañana, de un día de semana, aunque nadie se acuerda ya cuál era, pero seguro que era día de semana, y como primer protagonista aparece un carterito del correo oficial, que iba cumpliendo con sus labores, luego de dejar un par de sobres bajo una puerta, desidió ansioso, hacer una llamada telefónica, y cuál náufrago a la botella, se presipitó sobre un teléfono público, el que está aun hoy, plantado frente a la central telefónica, (Fua... ¿no será mucho?) y puso la moneda de cincuenta centavos con una mano y con la otra empezó a marcar, apenas el metal hizo clack en el interior del aparato, cinco dígitos, pu pu pu pu pu, que le vamos a hacer, a veces sucede que los teléfonos están ocupados, repartir un par de sobres más, volver e intentar de nuevo, éso mismo, ahí vamos, y montando en la bicicleta, desbordado de impaciencia, sigue con el trabajo, la novia puede esperar un poco más, después de todo, minutos más minutos menos, y un par de cartas bajo otra puerta, un sobre grande por allí, <>, otro sobre allá, y vuelve al teléfono, hay que saber hay que saber, haber si es una cabeza de vaca muerta, mejor corroborar, el pueblito es terrible si de infringir el octavo mandamiento se trata, (tener los cuernos bien puestos y no darse ni cuenta) y sobre todo ahora, con calorcito, el verano, las ormonas se exitan tanto que comienzan a fermentar, las almas, y las promesas de amor también, un tipo lindo, o no, y ¡chau loco!, aunque el juramento fuera para toda la vida, de nuevo la monedita, aquí en el pueblito, toda la vida pueden ser quince minutos, cinco dígitos, menos también, pu pu pu pu pu, <<¡y la putísima madre!>>, otras cartas, como loco va el pibe, ¡cuidado!, que te tira viejita, que no ve nada, ciego va el pibe, una sobrecito más allá, otro más acá, y una espera larga que crece y demuele, de raje va, ¡epa epa loquito!, y al teléfono otra vez, que si te agarro con otro te mato, que si de veraz te encuentro con las manos en la masa (de otro), y... que se yó, que jurame que no lo vas a volver a hacer, que... ¡éso es tener alma de cornudo!, (por aquí andan varios) y la moneda que se va a descomponer de tanto pasar por ese tobogán, y... ¡sí!, pu pu pu pu pu, <<¡pero me cago en satanás!>>, y otros sobres, ¿qué sino?, como bola sin manija va, loco loco loco, aunque qué tendrá que ver el teléfono con los cuernos, hum... como si pudiera ver a través del micrófono, a parte que ella le va a contestar que todo está bien, subido al potro de otro, en fin, dos cartitas más, y de raje al teléfono, cuatro cuadras de ida ahora, cuatro de vuelta, cada vez se hace más largo todo, y ahí, mirá como viene... loco loco loco, no si... darse por vencido no es para él, y otra vez el intento, monedita, dedos pegados al tablero, a punto de empezar a marcar cuando... clack, tirin tirin tirin, clack, <<¿se pinchó?>>, ¡sí, se pinchó!, pero no te digo yo, estos paises... pasó de largo esta vez la monedita, no no no, otro intento... y clack tirin tirin tirin clack, y qué le vamos a hacer, a veces sucede, y perro callejero que olfateaba y termina pateado por las costillas, <> y montado a la bicicleta azul, que rompe el recorrido y se dirige a la casa de la novia, (¿y por qué no empezó por ahí?) y se aleja, loco loco loco, por esas calles, ¡guaaarda los coches!, mirá como se suceden los accidentes, debe ser lo que ha pensado el gordo ese que lo ve alejarse, y sonrié (claro, quién le va a robar a él, el mamuts prehistórico que tiene en casa), pero sonrié porque a adivinado el gordo bicho, (pero bicho feo) y mete otra monedita de cincuenta centavos y clack tirin tirin tirin clack, mete dedos a los números y tuuuu tuuuu tuuuu, (sí, llama) porque él sabe que los teléfonos suelen pincharse, (como la novia del cartero, es decir, que era especialista en pinchar teléfonos con el cocodrilo y el alfiler) y a comunicarnos ya que estamos, entonces, y es que unos nacen con estrellas y otros, ¡cuidado!, se estrellan, allá a dos cuadras, el cartero, que ha ido ahora a dar bajo las ruedas del repartidor de gaseosas, (no tiene perdón de Dios) ¡qué mala suerte che!, chispas le sacaban las aspas contra el asfalto, y mientras el gordo ha establecido comunicación con alguién a quién le dice que el teléfono por donde habla está pinchado, el carterito se levanta, sacudiéndose del revolcón, ¡qué suerte che, con lo caro que están los pulsos!, si venite que es el que está acá frente a la central, dale... qué bueno porque tendría que hacer un par de llamadas a la Capital, vistes, ¿dónde hay un teléfono pinchado papá?, enfrente a la central nena, dejame hablar, sí, les tengo que avizar a las chicas, y dale si total lo va a pagar telefónica, (después no quieren que aumenten las tarifas los gallegos/argentinos para ser tarados) y una amiga a una tía, una tía a una sobrina, sobrina a un novio y para las cuatro de esa tarde, el pinchazo de phone era vox populis, y ahí vamos entoces, dale que va, clack tirin tirin tirin clack, y tuuuu tuuuu tuuuu, peregrinación disimulada (claro está) al teléfono en cuestión, que abuela con nieta, nieta con cuñado, cuñado con amante, amante con su fiel esposo y para las seis de esa tarde, el decoro ya se había ido a parar... (ahí, donde termina tanto el caviar como el guiso de mondongo) y había cola, y el tiempo pasaba, y la impaciencia crecía, y llegaron las recriminaciones, ¡está abusando de la llamada!, hora y media hablando esa yegua con el machucón que tiene en Mar del Plata, ésto no puede ser, sí que larguen un poco, ¡dejate de joder!, tanto tiene que hablar esa vieja, y convención, ¡basta, larguen y teléfono y reunámosnos para debatir la cuestión!, se supendieron las llamadas hasta nuevo aviso, ¡ufa loco!, qué le vamos a hacer, orden orden orden,
y los más o menos noventa que integraban la fila, se enroscaron en un círculo mal formado, para darle un poco de orden a la cosa, el derecho de hablar debía ser igual para todos, formemos turnos de un tiempo determinado, sí demos números como en el super, estoy de acuerdo con eso, así nos organizamos mejor, digo me parece de pronto que, ¿quién va a dedicarse a dar los números?, yo lo hago si no les parece mal (gordo panza de vino), bien el señor impartirá los turnos, yo compro el talonario en la librería de acá al lado, dale dale dale, ahí vamos, sí vieron que organizados es mejor, y como que no, y se reanudaron las llamadas entonces, con número en mano, pasaban y hablaban, quince minutos cada turno, si querés más, hace cola y sacate otro turnito, y ahí vamos, clack tirin tirin tirin clack, y tuuuu tuuuu tuuuu, ¿a quién le toca?, a mí señor, a mí... bueno tome nomás, pase el que sigue, ¿tiene numerito el caballero?, no deme uno, como que no, aquí tiene, muchas gracias, no hay de que, el que sigue... ahí está todo ordenadito es mejor, vamos vayan pasando vayan pasando, un numerito más por aquí, ¿ey a dónde cree que va usted?, vamos vaya para atrás y haga cola como todo el mundo, vamos, hágame el favor mire que sino... que que que, que lo suspendo y no va a poder hablar, haga cola, que qué... ¿qué numero tenés pibe?, no vos tenés el 83, vas a tener que esperar, para atrás que recién vamos por el 47, numerito numerito, ¡cómo que tardan mucho!, todos tardan lo mismo porque yo los estoy controlando, quince minutos por turno, no me protestés pibe... mira que... eh sí, todos los pibes son así, se creen que se la saben toda, si se quieren comer los chicos crudos, hum... pero aca van a mal puerto por leña, yo les voy a enseñar cuantos pares son tres botas, ¡vaya atrás le digo!, mire que lo dejo sin hablar eh, pórtense bien que todo va bien, ¿cómo? que me avisan que está viniendo más gente che, sí desde los barrios de las afueras vienen más, dicen que estan poniendo colectivos para traerlos y que en un rato estan por acá, que los esperemos, eh... ¡qué tal saliste en la foto!, está reeebueno, ahora... tiene una sola cosa mala, ¿qué es lo malo?, y... la espera vió, sí en eso tiene usted razón, porque a uno le agarra hambre y esas cosas y... no no no, quédese tranquilo, vea, si usted me cuida el lugar, yo voy hasta mi casa a buscar una parrilla grande que tengo, de esas con rueditas vio, y nos vamos a hacer unos choripanes que ni le cuento, uyyy si si si, vaya nomás hombre, qué esta esperando, ¡ésto si que se pone bueno!, y qué le parece, vamos vamos, unos chorizitos ahora, para chuparse los dedos, los compramos aquí nomás, al carnicero de aquí a la vuelta, si si si, ¡ésto si que se pone bueno!, y unos cuantos vinitos también, ¡y como que no!, si pa'qué estamos sino, para comer, si la comida es lo único que nos vamos a llevar,en eso tiene razón, vio, alguién también podría hacerse un negocito y trerse unas reposeras para alquilar ¿no?, digo, para la gente mayor y eso, sobre todo ahora que están viniendo más, si si si, total por unas monedas... ¡y claro!, yo las traigo, ya vengo, si vaya nomás señora, vaya que yo me encargo de cuidarle el lugar, vieron como organizados es mejor, y sí, la verdad que si lo planeamos no nos sale, y sí, y variadito el asunto, esato, de todas las edades y y de todos los seso, si si si, miren miren, mamás con sus hijitos, ¡qué bien ésto es Argentina carajo!, yo quiero a mi bandera, ¿cómo dice señorita?, que quiere cuidar los nenes para que no se lastimen, ¡y como no che!, vea usted vea usted, y después dicen que los jóvenes no sirven para nada, eh... aprenda pa'no ser tan getón, ¡buena idea piba!, dale nomás dale, señor le digo, en mi vida vi tanta gente dispuesta a ayudar, le juro que me llena de emoción ver ésto, si si si, se me caen las lágrimas, ¡no te coles pibe no te coles!, anda hace la cola como todos, y sí, ya se que llevamos cuatro cuadras de cola, que vamos a hacer... es lo que hay, también, un solo teléfono para tantas personas, che, estos gallegos de mierda, adelnate don, le toca usted, pase pase, clack tirin tirin tirin clack, y tuuuu tuuuu tuuuu, uy uy uy, ¿no tendríamos que hacer algo con el tráfico de automotores?, digo porque en cualquier momento va pasar un accidente, si le digo que sí, es que vienen coches de todos lados, ni en la fiesta del pueblo eh visto tantos coches, si le digo que sí, ijjjiiiiiii, uy uy uy, prrroooommm pum pum, ¡y... se lo dije o no se le dije!, vea usted, diga que solo son los foquitos del 147 ese, que imprundente el de la camioneta, no no no, pobrecita, era la reina del pueblo, pobrecita, se abatató vió, y si, como yo digo que fue una fatalidad nomás, que vamos a hacerle, si es que todos tenemos cinco segundos de estupidez, además, el padre de la reinita tiene mucha plata, no se va andar haciendo problemas por unos faritos, no que va, hum... que va a hacer, un pequeño incidente, todo lo demás marcha normal, vea como empiezan a humear los chori... ujujuuu... esto se pone bueno vea, muy como no, un vinito para aguantar, deme nomás deme, la semana que viene que cobro se lo pago don, esta bien esta bien, pase señora, le toca a usted el dichoso turnito, pase nomás pase, ¡que ¿qué?!, que llegó ¡la policía!, llegó la policía vea, ¿cómo dice oficial?, pase señor, le toca a usted, ¿qué número?, si si si, el 108, bueno bueno, que el oficial le dice que si quiere que corte el tráfico para que no haya otro accidente, si si si, decile que sí, que ya vienen los primeros chori, ujujuuu... esto se pone bueno, ¡un aplauso para el asador!, che no sean amargos que este vecino servicial lo hace por ustedes, y todo este manjar por solo unos pecitos nomás, venga uno, la semana que viene se lo pago don, y le digo que como siga la cosa, alguien tendrá que traer cobijas y bolsas de dormir para alquilar, ahí armaron un bailongo los pibes aquellos, vea vea, le metieron musiquita y ahí che... ¡vamos señor que esto está genial!, dale unas cumbitas pibe, bueno bueno, ahora si que estamos bien, ve como todo se va moviendo en orden, el orden es todo para una sociedad, ¿qué número tenés pibe?, no el que sigue ¡el que sigue!, ¡109!, tenés que esperar un rato más, que le vamos a hacer, y podría ser vea, para amenizar la espera, si si si, total juntamos una vaquita entre los presentes, que somos, uy... mire a donde da la cola, haya atrás pasando la estación, esto es increíble, mireme los ojos, fijese la emoción que tengo, si si si, un vinito más como que no, la semana que viene se lo pago don, ¡che haber si ayudan a la señora a subir el cordón que no puede!, qué cosa che, uno trabajando acá para que todo salga bien y ahí, que nadie quiere hacer nada, pobre vieja, ¿cómo dice señor?, pero marco bien el número, ¡¡¡Y LA PUTA QUE LOS PARIO CARAJO!!!, no le digo yo con estos gallegos de mierda que agarraron la conseción del teléfono, ¡cómo que qué paso!, que va a pasar, lo de siempre, que nos cortaron el teléfono, no se puede llamar más, ¡nos cortaron el teléfono los hijos de puta!, y ahora quién le explica esto a la gente, ah no eh... que se encarguen los políticos, yo no tengo nada que ver, que voy a tener que ver yo si en este país de mierda, ningún servicio funciona como debiera.

Mía

Mía
3er Premio Fundación SEBASTIAN DE MARIA (Necochea)

Flotabas en la tarde, iluminada de sol. Iluminada de inocencias, reías.
Manchada de premura, te movías. Cargada de ambición, mirabas.
Esa tarde en que te vi alzando sueños de los cordones de las veredas,
de los tachos de basura, de la suela de los zapatos.
Ibas cual banquero comprando amores viejos,
almas hipotecadas
corazones en desuso.
Vendías en cambio, todo dejo de cordura del que eras legataria.
Y ahí te vi. Y ahí estaba yo.
Con mis penachos enardecidos de furia existencial.
Te vi mover, palpé tu irrealidad, me codié con tu ternura
y saborié en mis labios el salado bálsamo de tu piel.
¡Maldita sea esa tarde!
En la que me choqué con tu mirada, sin quererlo
sin buscarlo, sin saber siquiera que tus ojos de cielo
encenderían las llamas de mi amor dormido
aletargado de sueños.

Eras bella.
La luna se sentía humillada en tu presencia.
Las rosas palidecían de envidia frente a ti.
Eras pura.
Como las alas de los querubines.
Y eras...
Por entonces, mía.




Querido Paco (Urondo), dos puntos

Buscábamos otra cosa de los aires de este mundo
Que un milagro viniera a mostrarnos un nuevo destino
Un destino que no ganamos que no pudo correspondernos.

Gusto es volverte a ver después de tanto tiempo...
Han sido tantos años sin saber de vos
Esperando tu palabra ilusionada que se consuela en un recuerdo
Tantos años de anónima esperanza vana
Y ahora que veo ese rostro (tu rostro) / Me dibujo entre sombras y ¡no quiero verme!
Sin embargo dicen que estamos mejor paquito / Pero yo sé que nos mienten de nuevo
porque el sueño enclenque de una tarde de misterio /
Prefiere la siesta a la luna emancipadora
Nos han dejado calvos de esperanza / Empastadas las muelas de ingratitud
Renga y maloliente la pobre sinceridad
Y una ráfaga (quizá la última) / de neón se escapa de nuestros ojos cansados
Y la tristeza se vuelve imperceptible allí entonces / pero esta viva como nunca ¡qué joder!
Y nos damos cuenta que ya no seremos lo que fuimos
Ni siquiera lo que pudimos y menos lo que quisimos
Somos esto: tonel de vino amohosado / Canto de jilguero apelmazado
Sueño de una noche de espuma de cerveza / Y silencio
Sobre todo silencio
Amores malgastados / Mal usados
Mal recibidos / Mal perdonados
Quietud expectante / Fibra atornillada
Y vida
Una vida rugiendo desde el fondo / Una vida que se niega a claudicar
Quizá inmerecidamente
Y los ojos de ella latiendo en esa oscuridad
Cambiando el curso de la corriente / De una vez y para siempre.

Olvidos

Olvidos
Mención de honor en el Certámen 75 aniversario de Ecos Diarios (Necohea)
Cuando estrelló el portaretrato sobre la pared, se dió cuenta que el amor estaba más vivo que nunca.

Tuesday, November 29, 2005

Una vida de perros

para Anselmo in memoriam
y para Bettina que gustaba
de este relato en sus clases
Harto de correr con el aliento del ovejero tras su cola,
el gato trepó al pino y decidió esperar mejor suerte.
Lejos de darse por vencido, el perro se echó a los pies
de la planta.
La noche los atrapó a mabos por igual.Esa noche, el gato soñó que era un perro.
Y amaneció llorando.

Es mi voz la que sale a buscar tu oído

Es mi voz que sale a buscar tu oído


Es mi voz la que sale
Cruzando estepas y desiertos
Convertida en sueños quimerescos
A conseguir tu oído absorto
en silencios de amor

Es mi voz la que sale
Con fuego en las venas encendidas
Con hielo en la bilis esculpida
A conseguir tu corazón ardiente
En misterios desvelados

Es mi voz la que sale
Desprejuiciada de mentiras
Harto llena de ansiedades
A conseguir tus ojos negros
Que alimentan mi ilusión

Es mi voz la que sale
Candente de una música sorda
Encrespada de timbres graves
A buscar la luz de tus mejillas
Tiernas de primavera

Es mi voz la que sale
Campeando en la espesura de la noche
Entre los vagos recuerdos de mi ayer
A buscar el torrente magnífico
De tu amor primero.

Monday, November 28, 2005

Sunday, November 27, 2005

Exiliado (fragmento)

Uno no tiene ni patria,
ni bandera,
ni propiedad,
si no ha podido por una vez
verse el rsotro
en el espejo del amor.

¡Encuéntrate a tí mismo!